A veces la brisa habla o el viento anuncia un temor de humanos que escondidos en sus quehaceres interrumpen todo, olfatean el fin de este mundo, gozan ante el apocalipsis y el fuego nos hace ceniza.
Luego renacemos, el nuevo día promete algo y ese algo no es nada más que la superstición de un mundo mejor. nos vamos poniendo ancianos. ya no damos el amor como silenciosos espíritus en pena.
Y nos agonizamos, nos lloramos, nos perdemos entre la cacofonía de un pájaro friolento y la noche, un lamento se escucha desde el estómago, compramos vino y soñamos la resaca de un mar hiriente que nos lleva todo.
2 comentarii:
Cristina bienvenida entre nosotros! Si hay demasiados ”Y” :) Otra cosa es un bello poema de los tiempos ”nel mezzo del camin” crizados excelentamente :) Me gusto la alegria por el fin del mundo. Asi debe ser y el final de poema una alegria del muerte no una pena en el silencio...:)
Gracias a la espera de que vuelvan con alegría !
y volveré...
muchas gracias por tu invitación es un honor.
los "Y" son quizás la muerte o el infinito.
lo limpiaré.un honor para mí siempre aprender.
muchos abrazos
Trimiteți un comentariu